Por qué una guía de marca ya no es suficiente.

Lo que vas a leer a continuación es una aproximación a lo que muchas personas entienden por guía de marca, pero que en realidad no alcanza a representar todo el poder estratégico que puede y debe tener una marca.

Desde una perspectiva profesional y transformadora, lo que muchas veces se llama “directrices de marca” o “Brand Guidelines” debería evolucionar y convertirse en algo más robusto, transversal y vivo: un Sistema de Marca.

Por qué?

Porque una marca no es solo un conjunto de normas visuales o verbales.

Es un sistema vivo que conecta negocio, cultura y mercado. Es un conjunto de decisiones estratégicas que definen quién eres, qué lugar quieres ocupar y cómo debes actuar para llegar allí.

Y eso va mucho más allá de un logotipo bien diseñado o unos colores consistentes.

¿Qué debería contener un verdadero Sistema de Marca?

Nos enfocamos en identificar todos los activos de valor y las capacidades que ya existen dentro de la marca. Esto incluye no solo los productos y servicios, sino también la percepción de nuestra audiencia, las relaciones y conexiones ya establecidas, y cualquier recurso interno o externo que esté contribuyendo a nuestro propósito.

1. Fundamento Estratégico

• Propósito, Misión, Visión: para qué existes, a dónde vas y cómo pretendes hacerlo.

• Valores: no palabras vacías, sino frases que inspiren comportamientos reales (ej. “Creamos soluciones que simplifican la vida”).

• Esencia de Marca: la gran promesa emocional y diferenciadora.

• Territorio de Marca: el espacio mental que quieres ocupar.

• Posicionamiento y Propuesta de Valor: cómo te diferencias y qué aportas.

2. Identidades de Marca

• Identidad Visual: logotipo, sistema gráfico, tipografía, color, fotografía, motion, etc.
• Identidad Verbal: nombre, tagline, tono, estilo, narrativa, mensajes clave.
• Identidad Sensorial: sonidos, olores, sabores, experiencias físicas o digitales.
• Identidad Actitudinal: comportamientos esperados y cultura interna que activa el propósito.

3. Sistema de Activación

• Cómo se traslada la marca a campañas, productos, experiencias, entornos.

• Filtros de activación y validación de coherencia.

• Arquetipos y narrativa en acción.

4. Sistema de Gobernanza de Marca

• Quién decide qué, cómo se gestiona la coherencia, cómo se adapta la marca sin romper su esencia.
• Versionado de marca, actualizaciones de líneas visuales, validaciones de uso.

5. Formatos de Despliegue

Una directriz moderna debe ser modular, flexible y útil:

• Portal digital vivo y actualizable.

• PDFs de referencia rápida.

• Toolkits descargables con assets y templates.

• Píldoras de vídeo o cápsulas formativas.

• Guías específicas por canal (RRSS, retail, eventos, entornos digitales…).

Entonces… ¿por qué no basta con una guía visual?

La mayoría de las guías tradicionales nacen desde el diseño y acaban convirtiéndose en un compendio de usos gráficos.

Y hoy, eso es insuficiente.

Las marcas necesitan operar desde el propósito, conectar con el mercado desde lo que significan, no solo desde lo que muestran.

Por eso hablamos de Brand Governance, no de “guía”.

En We Are Tabú, trabajamos con marcas vivas que quieren romper su propio tabú. Que entienden que una gran marca no se construye solo con estética, sino con cultura.